Cuando hablamos de debacle de los partidos tradicionales no estamos diciendo que estos partidos van a dejar de existir a corto plazo, pero lo que sí es evidente es el desgaste. A mediano o largo plazo algunos de nuestros partidos tradicionales van a desaparecer, porque no conectan con el electorado o su discurso está simplemente corroído. Además, el hartazgo hacia estos partidos va in crescendo . Está claro que la mayoría de los políticos viven de la política, se enriquecen injustificadamente, y no viven para la política al servicio de las mayorías. Los grandes partidos tradicionales, el Partido Revolucionario Democrático y el Panameñismo, con mayor mística con líderes emblemáticos del siglo pasado, como Omar Torrijos y Arnulfo Arias respectivamente, sufrieron un duro revés en las últimas elecciones. Sacaron sus peores números, los partidos satélites como el Molinera y el Partid...