Pierre Rosanvallon le dedicó su Lección Inaugural de su cátedra “Historia Moderna y contemporánea de lo político" en el Collège de France a reflexionar sobre “la política” y “lo político", véase su libro Por una historia conceptual de lo político (primera edición en francés, 2003). En víspera de las elecciones en Panamá, es pertinente abordar estas conceptualizaciones, cuando contamos con suficientes evidencias sobre la descomposición de los partidos políticos generadores de un alto porcentaje de desconfianza, lo cual erosiona en última instancia nuestra democracia. En este escenario, no gana la mejor propuesta, sino quien tenga mayor capacidad para gestionar el clientelismo. La abismal asimetría del financiamiento electoral es una muestra más de ello.
Retomando nuestro punto: “lo político, tal como lo entiendo, – plantea Rosanvallon – corresponde a la vez a un campo y a un trabajo…remite al hecho de la existencia de una sociedad que aparece ante los ojos de sus miembros formando una totalidad provista de sentido…en tanto que trabajo…toma progresivamente los rasgos de una verdadera comunidad”. Por un lado, la política se sobrepone sobre lo político y ya veremos en qué consiste, dejando a un lado a la “comunidad”. Y, por otro, a pesar de la pretensión del neoliberalismo de borrar a la sociedad, con Aristóteles quedó claro que somos "seres sociales”. Es interesante este punto porque Rosanvallon retoma la “comunidad”. Pensadores latinoamericanos como Ramón Grosfoguel y Katya Colmenares mantienen en su eje de reflexión a la “comunidad” para encarar los retos de nuestra época.
Volviendo al análisis de Rosanvallon: "al hablar sustantivamente de lo político, califico también de esta manera a una modalidad de existencia de la vida comunitaria y a una forma de la acción colectiva que se diferencia implícitamente del ejercicio de la política", ¿qué quiere decir esto? y es muy apropiado plantearse estos temas porque en nuestro escenario, se hace un uso indiscriminado tanto de “la política” como “lo político”. La “política" vendría a ser "la competencia partidaria por el ejercicio del poder, de la acción gubernamental del día a día y de la vida ordinaria de las instituciones".
Siguiendo a Rosanvallon, es importante en este escenario electoral pensar más allá de la política y actuar en función de lo "político", con esto queremos retomar la “vida comunitaria” y “la acción colectiva", para hacerle frente al clientelismo voraz que carcome nuestra democracia dejándola sin cimientos.
Abdiel Rodríguez Reyes
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