Foto de Pedro Silva Si no quieres revolver el problema real, invéntate otro. Ahora resulta que el problema no es la minería a cielo abierto en Panamá, sino un grupo de radicales cuyo único fin es destruir la economía e incluso la democracia para llegar al poder. Esta teoría es compartida por algunos gremios empresariales, periodistas y al parecer el Gobierno. Incluso surgió el movimiento Liberemos Panamá para redimirnos de quienes nos han secuestrado a punta de llantas, piedras y báculos. En esta operación mediática el tema minero pasó a un segundo plano. El presidente anunció “ordenes de aprehensión y conducción de quienes atenten contra la privación de la libertad individual, contra la personalidad jurídica del Estado, así como la apología del delito, daños a la propiedad pública y privada”, unas horas antes del partido entre Panamá y Costa Rica, ganamos 3 a 0 y por unos minutos nos olvidamos del marcial mensaje. El Órgano Judicial anunció sesión permanente para el 24 de noviembre,...