El concepto de crisis hace referencia a lo patológico, cuando decimos que algo está en crisis, es porque está enfermo. Cuando queremos esquivar una discusión de fondo, evocamos la crisis de los valores. Ya a mediados del siglo pasado Karl Mannheim en el Diagnóstico de nuestro tiempo, habló de la “crisis espiritual…de la crisis de nuestra civilización…de los valores cristianos y de los humanitarios”.
Cuando el debate se concentra en la supuesta crisis de valores, esquivamos el debate sobre la crisis del modelo económico. Sus síntomas son el deterioro ambiental y las desigualdades económicas. También en el marco de esta crisis, está la crisis de representación. Es palpable la poca tolerancia al sistema político y la falta de credibilidad a los tres órganos del Estado.
Pero en la crisis, el enfermo puede recuperarse. Tanto los liberales, como los socialistas, abogan por un cambio del modelo económico. Ya no estira más, va de curación en curación. Así como está, el modelo entorpece el desarrollo capitalista. El bienestar es ínfimo.
Los cirujanos del establishment están haciendo su trabajo para
que todo cambio sea para quedar igual. Pero llegará el momento que las
contradicciones tensen la realidad a tal punto que los cambios sean
inevitables. Para lo cual tenemos que potenciarlos y estar
preparados para cuando lleguen.
Abdiel Rodrígue Reyes
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