Ahora que se abrieron las postulaciones a puestos de
elección popular, vemos cuanta propuesta descabellada fuese posible. Gente
impresentable. Aprendemos muy poco o nada del pasado y la extrema derecha
parece encontrar un terreno fértil. Por otro lado, hay un tema soterrado y es
que no se trata de presentarse por presentarse o ganar por ganar. Si nos vamos
a presentar lo mínimo que esperamos es un programa de Gobierno distinto al del
sistema de partidos derechista existente y en el caso de un hipotético triunfo
llevarlo a cabo. De lo contrario, deviene una deplorable decepción como ha
ocurrido en otros países, en donde gobiernos supuestamente alternativos quedan
haciendo lo mismo.
Así que, cuando decimos: demos el salto, podríamos estar
dándolo al vacío. Si queremos cambios debemos darles contenido a nuestras
propuestas políticas. Porque de lo contrario quedaremos fetichizando la
política. Esto es cuando se ocultan las verdaderas intenciones, de ganar por
ganar para beneficiarse a sí mismo, vendiendo la falsa idea de que es distinto
cuando es más de lo mismo. Eso en particular contra los seudo independientes.
Porque independientes de seguro habrá y esperemos que hagan honor a ese nombre
y sigan adelante con un programa propio independiente al de los grupos de poder
económicos.
Con claridad podemos seguir a Rubén Darío Rodríguez Patino
cuando habla de la política como el “conjunto de instituciones, y a sus correspondientes
funciones y ritos, a través de los cuales una sociedad ensaya las soluciones a
sus problemas”. Todas y todos estaríamos relativamente de acuerdo con esta
definición. Y, cuando se postulan estos precandidatos hablan de que van a
solucionar todos nuestros problemas como si la varita del mago realmente
funcionara. La realidad es otra, sus intenciones son otras, se ocultan bajo el
manto de la política. En esa misma línea Rodríguez Patiño también nos dice que,
se asocia equívocamente a la política “con prácticas vituperables…con
inconfesables propósitos”, allí es cuando se fetichiza la política.
En estas nuevas elecciones para el 2024, hay una
oportunidad más para hacer lo que decía Karl Marx, “una reforma de la
conciencia” y no caer en ese fetiche de presentarse por presentarse, de ganar
por ganar. Es importante el propósito y el contenido de que la política sea
realmente para solucionar los problemas por el bien de todos en particular de
aquellos que menos tienen. Toda propuesta que quiera ser distinta a los grupos
de poder económicos y a ese sistema de partidos derechizados, ahora tendríamos
que añadir extrema derecha, tiene que hacer las cosas diferente.
Abdiel Rodríguez Reyes

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